Los 33 pueblos de la Comarca, con sus casas solariegas, sus patios, sus fuentes en las plazas, sus parques y esa arquitectura popular que les hace conservar su encanto, se preparan para que esta época estival esté llena de alicientes.
La crisis del Covid-19 que estamos sufriendo nos debe hacer ser cautos, no miedosos. Hemos tenido que asumir restricciones en muchos ámbitos del día a día, pero con una adecuada planificación y adoptando las medidas sanitarias necesarias podemos apoyar al sector turístico y disfrutar de los recursos de nuestro territorio. Nuestro objetivo es mostrar que a pocos kilómetros de casa se pueden encontrar experiencias lúdicas, divertidas y formativas, además de poco masificadas. Conocer nuestras riquezas patrimoniales nos harán recomendarlas a amigos y viajeros, atrayendo de este modo riqueza para nuestros pueblos.
¿Qué tal hacer un recorrido por dos ejemplos que tenemos en la Comarca de patrimonio monumental ligados a la industria?
La situación provocada por la pandemia COVID-19 nos ha hecho vivir unos meses complicados y llenos de incertidumbre, pero también es cierto que en el caso del medio rural, sus atractivos y potencialidades se han visto reforzados. Todos hemos tomado consciencia de lo gratificante de vivir en un pueblo durante el confinamiento: menos masificación, ningún problema de abastecimiento, viviendas mucho más espaciosas, mayor posibilidad de estar cerca de la naturaleza... Por todo ello, debemos aprovechar la coyuntura creada y seguir promocionando nuestros encantos, atrayendo a los habitantes de las ciudades a visitar y elegir nuestros pueblos como destino estival e incluso, como vivienda habitual para combatir la despoblación, dado el ¡gran descubrimiento! que ha supuesto el teletrabajo sobre todo para algunas empresas.
Durante el mes de octubre se ha llevado a cabo en los Institutos de Enseñanza Secundaria de la comarca El Záncara una actuación de sensibilización sobre el actual problema de la despoblación y las posibles soluciones de cara al futuro por parte de los jóvenes.
Esta acción se enmarca dentro del proyecto de la Asociación dirigido a la lucha contra la despoblación, financiado por el Patronato de Desarrollo Provincial de la Diputación Provincial de Cuenca y desarrollada por la Técnica Gema Jareño.