El sendero que recuperamos está lleno de historia ya que ambas fortalezas supusieron una importante defensa de nuestro territorio. Testigos del tiempo que han podido vencer el transcurrir de los siglos, superando guerras, expolios y abandonos. En esta ruta el viajero descubrirá dos conceptos completamente diferentes de rehabilitar un castillo, desde el más clásico al más innovador.
Prolongado recorrido que se extiende por el corazón de la Mancha baja de Cuenca con una justificación histórica que se remonta al siglo XV. Un total de 40,8 kilómetros, que os recomendamos hacer en primavera y otoño, para disfrutar más del paisaje y hacer el camino más llevadero.
Iniciamos ruta en el Castillo de Belmonte y nos dirigimos a tomar el Camino marcado como Ruta de Don Quijote. Cuando llegamos al kilómetro 6,300 de nuestro trayecto el camino desemboca en la Cañada Real Conquense y lo seguiremos hasta llegar hasta la localidad de Rada de Haro. Desde aquí seguimos las indicaciones, hasta llegar al Molino “El Blanco”, donde encontraremos otro panel informativo. Llegados a este punto llevamos 17 km de recorrido, así pues, bien podemos hacer una parada y descansar aprovechando este bello paisaje, con vegetación propia de los bosques de ribera. Continuamos camino para dirigirnos a través de las indicaciones hacia Villar de la Encina. Una vez aquí tomamos ruta hacia Pinarejo, por el sendero GR 163 (el mismo sendero que durante unos 7,5 kilómetros y medio sigue la ruta del Cristal de Hispania) en el km 29 los trazados de nuestro sendero PR-CU 76 y del GR 163 se separan, dos kilómetros más y llegamos a Pinarejo, lo bordeamos por la parte norte, y ponemos rumbo a nuestro destino final Castillo de Garcimuñoz.
En el enlace se podrá ver la ruta detallada de manera pormenorizada, y todos los puntos de interés a visitar durante el camino, ¡Buen Trayecto!.