Sensibilizarlos para que entiendan que el problema de la despoblación no es algo que nos afecte solo a las personas que vivimos en el mundo rural, sino que es un problema también de los habitantes de las ciudades es primordial, para empezar a combatirlo, ya que la despoblación supone un fallo multifuncional del sistema, a nivel medioambiental, energético, social y demográfico.

Castilla la Mancha ha sido pionera en firmar una Ley para luchar contra la sangría poblacional de nuestros pueblos, en ella se contempla un importante paquete de medidas que van desde ventajas fiscales para las personas que vivan en el medio rural, con una desgravación de hasta el 25% de la cuota autonómica del IRPF y el 10% para la adquisición o rehabilitación de la vivienda. Con el objetivo de incentivar la economía, la norma contempla un 40% más de ayudas a autónomos y empresas que se instalen en los pueblos por debajo de los 5.000 habitantes. Se impulsa el desarrollo del programa “Retorno del Talento”, para facilitar la vuelta de los castellanomanchegos desde el extranjero a las zonas rurales escasamente pobladas. Programa “Erasmus Rural” para dar oportunidad a un primer contrato a nuestros jóvenes graduados y ponerles en contacto con sus pueblos. Además se pretende garantizar el acceso a la fibra óptica y al 5G en todas las localidades de la comunidad, mejorar la digitalización de nuestros pueblos, apostar por servicios que contribuyan a la conciliación familiar, para que la mujer pueda desarrollarse profesionalmente en el medio rural, dar incentivos a la natalidad, teniendo en cuenta las características de los espacios rurales…, estas son solo algunas de las herramientas con las que vamos a combatir en esta batalla todo ello con el objetivo de atraer población a nuestros pueblos.

Educar a nuestros jóvenes en el amor a la naturaleza y a lo rural, es necesario, porque ellos son el relevo generacional que necesitamos, deben conocer el gran potencial que tenemos como Comarca y desarrollar un sentimiento de orgullo por lo rural.