La ruta GR-163 "Cristal de Hispania" se corresponde básicamente con la antigua vía del "Lapis Specularis" o del espejuelo, calzada romana que comunicaba las tierras del interior de la Meseta con las zonas del Levante y los puertos del Meditarráneo.
Comenzando en Ercávica y terminando en San Clemente, transcurre por seis municipios de la comarca El Záncara: Alconchel de la Estrella, Villalgordo del Marquesado, Villar de la Encina, Pinarejo, Santa María del Campo Rus y San Clemente.
En una franja de territorio de 120 kilómetros norte-sur por 40 o 50 kilómetros este-oeste, se extienden las explotaciones mineras romanas de lapis specularis o espejuelo, constituyendo, posiblemente, uno de los más grandes y mejor conservados conjuntos mineros de la antigüedad.
El espejuelo o lapis specularis era usado en la antigüedad principalmente para cerrar vanos en ventanas, se explotaba en los cientos de minas romanas que se distribuyen por el oeste del territorio conquense. Por la calzada, se transportaba el yeso especular para su embarque y posterior distribución comercial por vía marítima a todo el Imperio Romano.
La vía del lapis specularis se establece en época romana como el principal itinerario e infraestructura viaria que vertebraba y posibilitaba el funcionamiento de las minas de yeso cristalino, de manera que, su trazado, se diseñó y articuló para dar servicio primordialmente a los complejos mineros de lapis specularis, así como a los diversos poblamientos, villas, asentamientos militares y otras infraestructuras, relacionados en su momento con la explotación minera. La ruta GR-163 es por tanto, un verdadero itinerario histórico y cultural, una oportunidad de sentirse viajero en el tiempo.
Sendero PR-CU 67: "Ruta del Alcaraván".
Sendero PR-CU 68: "Sendero Cerro Agudo"
Sendero PR-CU 76: "Ruta de los Castillos del Marqués de Villena".
Camino de Santiago: Camino de la Santa Cruz
Recomendaciones y aspectos a tener un cuenta.
1.- Prepare previamente la ruta y no descuide su seguridad.
Conozca y planifique su ruta antes de recorrerla, y siga atentamente las recomendaciones de sus promotores. Infórmese y ponga atención a las actividades de la zona que puedan implicar cierto riesgo - como por ejemplo, la caza -, y lleve siempre consigo el equipo necesario (ropa y calzado adecuados, agua, teléfono móvil, mapa...).
2.- Cuide el entorno.
El simple tránsito por un espacio supone cierto impacto sobre el entorno. Para reducir éste todo lo posible, evite moverse fuera de los caminos, no abandone residuos, no utilice ni altere el agua de forma irresponsable, no haga fuego, y ponga en conocimiento de los servicios competentes cualquier problema grave que detecte durante el recorrido.
3.- Respete a los seres vivos.
La fauna y flora del entorno, además de tener un alto valor ecológico, son los más antiguos pobladores del territorio que visita, lo que les convierte en sus principales anfitriones, por lo que su captura, recolección o cualquier otro tipo de molestia innecesaria son absolutamente inadmisibles.
4.- Fomente la conservación del patrimonio.
Aproveche su paso por el patrimonio natural y cultural, como el mejor recurso posible para sensibilizar, en especial a los más jóvenes, sobre la necesidad e importancia de su conservación.
5.- Respete a la población local y al resto de visitantes.
Los valores naturales y culturales que se ponen a su disposición son el resultado del esfuerzo y de la forma de vida de la población local, una razón más por la que merecen su máximo respeto. Adáptese a las costumbres de la zona y no invada sin permiso la propiedad privada.
6.- Apoye a la economía sostenible local.
Haga uso de los alojamientos y demás servicios hosteleros de los municipios por donde transcurren los senderos, y disfrute de sus productos tradicionales.