Desde que en octubre del 2017 la mina abriese como espacio adaptado al turismo, se ha convertido en un reclamo más para atraer visitantes a la comarca "El Záncara", cosa que nos satisface, y a partir del 26 de marzo y hasta el mes de noviembre permanecerá abierta.

La iniciativa de la Comisión Europea fue diseñada para favorecer el desarrollo de las zonas rurales mediante estrategias participativas e integradas de diversificación económica.

Desde 1993 se celebra cada año y su principal objetivo, es crear conciencia de la importancia de cuidar el llamado oro líquido para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra.

Este año estará dedicado a resaltar el valor de las aguas subterráneas en nuestro planeta, ésta se encuentra bajo la superficie terrestre y se almacena en los acuíferos: formaciones geológicas compuestas por una o más capas de rocas y arena capaces de albergar y conservar agua en su interior. El agua subterránea, además, da sustento al suministro de agua potable, el saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.

TERMAS DE EL CAÑAVATE

Recuperar la historia que nos forjó como asentamientos en el pasado, nos da valor, además de suponer un atractivo turístico y un tirón a la hora de posicionarnos y diferenciarnos de otros destinos. Este es el caso de El Cañavate, uno de los 33 pueblos de la Comarca “El Záncara”, que con sus 154 habitantes y por cosas del destino, cuando se emprendieron las obras para la mejora de las canalizaciones de aguas, se encontraron con un tesoro de época tardo romana, los restos de unas termas, en las que se lleva años trabajando en su conservación y acondicionamiento para su futura musealización, viendo en ello una buena oportunidad para la llamada de visitantes, generando de este modo riqueza en el territorio.